¿Conoces el origen de la cajeta de Celaya?

No se sabe a ciencia cierta cuál es su origen, pero sin duda la cajeta de Celaya es uno de los dulces de leche más famosos del país.

Según la historia, en la época de la Colonia, unas monjas que llegaron a Celaya para ayudar en la evangelización, realizaban un dulce de leche quemada, elaborado con leche de vaca y azúcar, sin embargo, los habitantes de la región decidieron aprovechar la producción de leche de cabra que había y cambiaron la receta.

Osvaldo García, productor de cajeta de Celaya nos contó un poco sobre su proceso: “Aquí hacemos la cajeta a base de leche de cabra, con palas de madera y a base de leche de cabra, estamos hablando de que ahorita tenemos 161 años elaborando la cajeta de una forma tradicional con los ingredientes que les acabo de mencionar, ahorita y hacemos 4 sabores, que es envinada, quemada, natural y sabor vainilla”.

El nombre de cajeta, llego años después, viene del envase en el que se vendía y que era elaborado en tejas de madera de nombre cajete. “Ellos lo nombraban el dulce de leche quemada y lo envasaban en cascos de madera, en cajetitos / Este cajetito es hecho a mano incluso lo cosen con una hoja e hilo cáñamo y para pegarlo, sellarlo, se utiliza un pegamento que le nombran el engrudo”, aseguró Osvaldo.

Casi 200 años después, en más de 30 talleres y cocinas celayenses se sigue elaborando de la misma manera, leche, azúcar y vainilla cocinada por más de 4 horas hasta obtener uno de los dulces típicos más ricos y buscados.

Se estima que al año miles de personas visitan Celaya solo para comprar cajeta o conocer su proceso de elaboración.

“Tenemos visitantes obviamente de toda la región, al año estamos recibiendo alrededor de 22 mil visitantes solamente que vienen a degustar los dulces, de los dulces de cajeta, que vienen a vivir la experiencia de conocer la fábrica, de conocer el proceso de cómo se elabora”, indicó Araceli Torres, Directora de Turismo del Municipio de Celaya

Ahora se pueden encontrar más dulces que tienen base de cajeta, como jamoncillos, chiclosos, cocadas, obleas rellenas, un sinnúmero de presentaciones para deleitar el paladar de los consumidores.