La Corte Suprema de EE. UU. permite a Texas implementar la controvertida ley de inmigración

La Corte Suprema de Estados Unidos dio luz verde el martes para que Texas ponga en marcha una polémica ley de inmigración que permite a las autoridades del estado arrestar y detener a personas sospechosas de haber ingresado ilegalmente al país.

Esta decisión, que fue apoyada por los jueces más conservadores del tribunal, representa una victoria temporal para Texas en su enfrentamiento con el gobierno de Biden sobre la política migratoria.

La ley, conocida como SB4, fue aprobada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, y considera el ingreso ilegal a Texas como un delito estatal, permitiendo incluso la deportación de migrantes por parte de jueces estatales, algo que generalmente es competencia del gobierno federal.

Desde su promulgación, la SB4 ha suscitado preocupaciones sobre el aumento del perfilamiento racial y las detenciones por parte de las autoridades estatales en Texas, donde los latinos representan una parte significativa de la población.

A pesar de que un juez federal había detenido previamente la implementación de la ley, una decisión del Tribunal de Apelaciones permitió su entrada en vigor el pasado 10 de marzo, a menos que la Corte Suprema interviniera.

El fiscal general de Texas, Ken Paxton, argumentó que la Constitución reconoce el derecho del estado a protegerse de los cárteles transnacionales que operan en la frontera y que el gobierno federal no ha cumplido con su deber de protegerla.

Aunque esta decisión ha sido celebrada por Abbott como un paso positivo, el caso continuará en el tribunal de apelaciones mientras el debate sobre la inmigración y los derechos estatales sigue en curso.