Traficantes de personas se aprovechan de aquellos que buscan huir de la guerra en Ucrania

A poco más de un mes de iniciado el conflicto entre Rusia y Ucrania, miles de personas continúan intentado huir de la invasión de los rusos.

Según la ONU, 10 millones de ucranianos se han movilizado de las zonas de combate, la mayoría busca refugio en otras zonas de su mismo país que consideran más seguras, pero al menos tres millones han buscado refugio en otros países.

De esta cifra, la mayoría son mujeres y niños, ya que el gobierno ucraniano obliga a los menores de 60 años de edad a quedarse en el país y luchar contra las fuerzas armadas rusas.

Debido a esto, las redes de tráfico de personas están notoriamente más activas en Ucrania, debido a que encuentran en este caos, la oportunidad de aumentar su negocio de tráfico.

Una de las principales preocupaciones para las organizaciones de ayuda, son los niños, ya que muchos de los que viajaban fuera de Ucrania sin compañía, desaparecieron y se desconoce su paradero actual.

A través de Twitter, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, dijo que para los depredadores y traficantes de personas, la guerra en Ucrania no es una tragedia, sino una oportunidad; y las mujeres y los niños son el objetivo principal.

En algunas fronteras como la de Polonia, muchas de las mujeres y niños que llegan huyendo de la guerra, no saben hablar polaco o inglés, por lo que caen en manos de gente que busca aprovecharse de su situación. En esta frontera, se ubicaron hombres que tenían letreros con nombres de ciudades llamativas, buscando llevarse a mujeres hermosas para explotarlas sexualmente, sin embargo con el paso de los días, las personas que ofertaban este tipo de anuncios desaparecieron, conforme las autoridades lograban más organización en la recepción de refugiados.

El problema ahora nuevamente se incrementó, ya que estas personas se están haciendo pasar por voluntarios. Tal es el caso de la ucraniana Elena Moskvitina, que por Facebook compartió su terrible experiencia. Ella y sus hijos cruzaron a Rumania, buscando refugio, cuando falsos voluntarios le preguntaron donde se hospedaba. Más tarde, estos “voluntarios” llegaron por ella en una camioneta que supuestamente la llevaría a Suiza.

Moskvitina indicó en su relato, que los hombres la miraban con insistencia a ella y a su hija, y que les pidieron que solo viajaran ellos, pero al solicitar sus identificaciones, se molestaron. Para huir de los sujetos, les prometió que se reuniría con ellos cuando otras mujeres se encontraran en la camioneta, y aprovechó el momento para huir.

Cinco semanas después de iniciada la invasión, la preocupación de la Unión Europea por el tráfico de personas incrementa, al ser una situación de estrés y de angustia extrema, muchos de los que salen huyendo, caen en las manos equivocadas.

Esta situación no solo se ha visto en las fronteras, sino también en línea con las ofertas que las mujeres encuentran para escapar de las dificultades que afronta Ucrania. Hombres ofrecen habitaciones o refugio a las ucranianas, para después aprovecharse y abusar de la situación. El caso de un hombre en Alemania llama la atención, ya que ofreció una habitación a una mujer refugiada, pero al llegar a su hogar, este le retiró sus documentos de identidad y la obligó a limpiar la casa de manera gratuita, cuando esta se negó, la echó a la calle.

Desafortunadamente aún no hay control sobre esto y la guerra lo ha agravado, aunque los gobiernos de Europa prometieron mayor solidaridad con el país.