Fronteras de México saturadas de migrantes.

Las fronteras del norte y sur de México se encuentran saturadas de migrantes que esperan la fecha prevista para el jueves, cuando Estados Unidos tiene previsto cesar las expulsiones de migrantes bajo el Título 42 y permitir que soliciten asilo en ese país. Sin embargo, el gobierno estadounidense reitera que la frontera sigue cerrada a la inmigración ilegal y ha redoblado la vigilancia.

Según estimaciones de autoridades y organizaciones de la sociedad civil, hay al menos 73 mil extranjeros en las ciudades de Juárez, Tijuana y Matamoros en el norte, y Tapachula en el sur, refugiados en albergues y campamentos improvisados, mientras que miles más esperan en otras ciudades fronterizas como San Luis Río Colorado, Piedras Negras o Mexicali.

Ciudad Juárez es el punto de mayor concentración de extranjeros, según el padre Javier Calvillo, director de La Casa del Migrante, y la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, que estiman que hay 35 mil extranjeros en la entidad.

El inminente flujo de migrantes mantiene en alerta a las autoridades estadounidenses, que en días pasados desplegaron mil 500 elementos de la Guardia Nacional en la frontera con México, sumándose a los dos mil 500 que ya estaban en activo.

El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, anunció en una conferencia de prensa en Austin este lunes que reforzará la vigilancia con una nueva unidad llamada Fuerza Fronteriza Táctica, que empleará helicópteros del tipo Black Hawk y C-130 para interceptar, repeler y devolver a los migrantes que intenten entrar ilegalmente en Texas.

Abbott aseguró que mantiene a unos 10 mil miembros de la Guardia Nacional y a otras fuerzas de seguridad desplegados en los alrededores de 2 mil kilómetros de frontera, y volvió a culpar al presidente Joe Biden de la situación en la frontera. Para finales de mes, quiere aprobar una nueva ley estatal que declare delito grave la entrada de inmigrantes y otorgue a las autoridades la potestad de detenerlos en la cárcel por un delito grave o devolverlos a México. Además, el gobernador planteó penalizar con un mínimo de diez años de cárcel a aquellas personas que ayuden a «esconder» a los migrantes sin papeles.