China vuelva a aumentar los aranceles al 125% para los productos de Estados Unidos

El presidente de China, Xi Jinping, alzó la voz por primera vez sobre el conflicto comercial con Estados Unidos, dejando claro que su país “no tiene miedo” frente al aumento de aranceles impulsado por Donald Trump.

La tensión entre ambas potencias volvió a escalar luego de que EE.UU. subiera sus impuestos a las importaciones chinas hasta un 145 %. En respuesta, China aplicó aranceles del 125 % a productos estadounidenses, pero aseguró que no tiene intención de subir más, ya que “una escalada no tendría sentido”, según explicó el Ministerio de Comercio chino.

Un portavoz del ministerio calificó las acciones de Estados Unidos como un “juego de números sin relevancia económica” y acusó a ese país de usar los aranceles como una herramienta de presión.

La llamada “guerra comercial” ha generado incertidumbre en los mercados internacionales y temores de una posible recesión global. “En una guerra comercial nadie gana”, advirtió Xi Jinping durante una reunión con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en Beijing.

Mientras Trump suspendió por 90 días los aranceles a otros países, se ha enfocado en aumentar la presión solo contra China. En respuesta, Beijing ha reducido la importación de películas de Hollywood y ha limitado las operaciones de algunas empresas estadounidenses en su territorio.

Aunque Trump ha dicho que espera una llamada de Xi para negociar, China ha evitado ese contacto directo. En cambio, el mandatario chino se ha volcado a la diplomacia con otros socios comerciales. Esta semana, inició reuniones con líderes como Pedro Sánchez, y la próxima visitará países del sudeste asiático como Vietnam, Malasia y Camboya.

Estas visitas buscan reforzar alianzas y enviar el mensaje de que China se mantiene firme y abierta al comercio con otras regiones del mundo. Xi afirmó que, ante un panorama internacional incierto, es vital mantener relaciones sólidas con países como España y con la Unión Europea.

Durante su encuentro con Sánchez, propuso colaborar en temas como energías limpias, tecnología avanzada y desarrollo urbano. También hizo un llamado a la Unión Europea para que, junto con China, defiendan el comercio global frente a la “intimidación unilateral”, en clara referencia a las políticas de Estados Unidos.

La estrategia de Xi Jinping es clara: mientras crece la tensión con Washington, China busca posicionarse como un socio confiable y defensor del libre comercio ante el resto del mundo.