Crimen de la muerte de los jóvenes en Celaya podría desenmascarar comercio de drogas en instituciones educativas

En el trasfondo del trágico crimen que cobró la vida de cinco estudiantes de medicina en la Universidad Latina de Celaya, una preocupante línea de investigación se centra en el comercio de drogas dentro de las instituciones educativas de la ciudad.

Jóvenes de Celaya admiten abiertamente que la venta de drogas en planteles escolares es una realidad palpable. “La verdad es que no necesitas ir a otro lugar para conseguir droga; se consigue fácilmente aquí. Amigos de diferentes carreras saben quién vende y dónde lo hacen”, confiesa un estudiante.

Según testimonios, el consumo de sustancias ilícitas ocurre principalmente fuera de las instalaciones educativas, destacándose en bares y fiestas en toda la ciudad. A pesar de esto, la mayoría de los involucrados en el tráfico de drogas no son estudiantes.

Los jóvenes instan a la intervención policial, pero sugieren que las autoridades ya tienen información sobre los vendedores sin necesidad de rondines constantes. “La policía debería investigar estos delitos dirigidos a estudiantes y, en general, a la población”, expresan.

Organizaciones defensoras de derechos humanos reconocen un problema más amplio: el reclutamiento de menores para actividades de la delincuencia organizada. Un informe público revela que, según estimaciones nacionales, unos 150 mil jóvenes en Guanajuato están en riesgo de ser reclutados por grupos delictivos.

Ante esta situación, las autoridades municipales exigen a la federación asumir su responsabilidad en la lucha contra el crimen organizado en lugar de focalizar la culpabilidad en las víctimas. El presidente municipal de Celaya, Javier Mendoza Márquez, afirma: “Tienen que asumir su responsabilidad. Es un tema de delincuencia organizada que no nos corresponde al municipio”.

Este día, los cinco jóvenes fueron despedidos en privado por sus familiares en un panteón de la ciudad de Celaya, sumiendo a la comunidad en una tristeza profunda.