Cuerpos calcinados hallados, podrían ser de jóvenes charros desaparecidos.

Karen Hervey Ruíz de 23 años de edad, originaria de Querétaro y Lorenzo Ríos empresario Guanajuatense dedicado a la cría de caballos, desaparecieron el pasado 6 de diciembre después de que acudieron al funeral del padre de Lorenzo, en Valle de Santiago, Guanajuato.

Las familias de los jóvenes denunciaron su desaparición a través de las redes sociales y pidieron ayuda para localizarlos.

Tres días después, el nueve de diciembre la Fiscalía de Guanajuato, informó que había localizado una camioneta calcinada con los cuerpos de dos personas en su interior, en un camino vecinal que va de la comunidad de Los Lobos a Cuatro de Altamira en la carretera Valle de Santiago-Salamanca.

Ese mismo día, familiares y amigos de la pareja señalaron que los cuerpos pertenecían a Karen y Lorenzo, por las características de la camioneta en la que fueron localizados los cuerpos.

Sin embargo la Fiscalía no ha confirmado, ni desmentido la información. La dependencia solo señala que se hacen pruebas forenses de ADN, con familiares para comprobar o descartar si los restos localizados en el interior de la camioneta pertenecen a los jóvenes.

Carlos Zamarripa Fiscal General de Guanajuato, informó que la investigación continúa: “En este momento está en curso la investigación para efecto de poder llevar acabo la identificación del hallazgo, que de acuerdo al reporte de criminalística se habla de por los menos de dos personas calcinadas al interior de un vehículo”.

La fiscalía en su ficha informativa del día 9 de diciembre señaló que peritos en genética, criminalística y balística trabajaron en el lugar. Que en un camino de terracería encontraron un vehículo calcinado y en su interior en el lado del piloto, una persona sin poder determinar el sexo y en la parte trasera, en la cajuela, se encontró otro cuerpo sin determinar el sexo.

El Fiscal señaló que por el momento se tienen varias líneas de investigación, que están vinculadas a las ocupaciones de las supuestas víctimas y se siguen interrogando testigos para recabar evidencia sobre su identidad.

Karen y Lorenzo eran jinetes aficionados a los torneos de caballos y charrería.