La tumba abandonada de La Llorona en Dolores Hidalgo

Escondida en la sierra norte de Guanajuato, se encuentra una tumba abandonada, que los lugareños aseguran que es la última morada de la llorona 

Ubicada entre los municipios de Dolores Hidalgo y San Luis de la Paz, en lo que un día fue “El Camino Real, Tierra Adentro”, que comunicaba los centros mineros de Zacatecas y Guanajuato, con la ciudad de México. 

Cuenta la leyenda que la esposa del dueño de la hacienda Siete Reales después de ser abandonada por su marido, ahogó a sus 3 hijos en el río Laja y loca del dolor, se suicidó, tiempo después los lugareños empezaron a escuchar su lamento todas las noches de luna llena.

Los vecinos del lugar aseguraban que la figura de una mujer deambulaba y lamentándose cruzaba los caseríos cercanos a la hacienda, hasta llegar al paraje del rio, donde desaparecía. 

Los que la vieron aseguran que al mirar su rostro, era el de un animal.

Ante las constantes apariciones, los vecinos se comunicaron con las autoridades eclesiásticas, quienes comprobaron las apariciones y ordenaron la construcción en 1900 de una tumba en forma de ermita, para procurar su descanso. 

Esta fue una de los primeros monumentos exorcisados por la iglesia católica, aseguró José Alamilla, cronista de Dolores Hidalgo.

En esta época, en el día de muertos algunos aventureros llegan hasta este lugar, para ver si pueden verla o estuchar sus lamentos. 

Desde entonces en este lugar, se pueden pedir indulgencias contra las almas que están en penal, para lo que se tienen que rezar 20 Aves Marías y 20 Padres Nuestros y conseguir 360 días de indulgencia.