Tragedia en Chiapas: cae avioneta que combatía plaga peligrosa para el ganado

La mañana del viernes 6 de junio, una avioneta que participaba en labores sanitarias se desplomó en una zona montañosa de Tapachula, Chiapas. El accidente dejó tres personas muertas: el piloto, el copiloto (ambos guatemaltecos) y un técnico mexicano del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).

El pequeño avión, con matrícula guatemalteca TG-TJG, despegó del Aeropuerto Internacional de Tapachula a las 8:17 a. m. Como parte de una operación binacional entre México y Estados Unidos, su misión era esparcir moscas estériles para frenar el avance del gusano barrenador, una plaga que afecta gravemente al ganado. Sin embargo, a solo nueve minutos del despegue, se perdió contacto con la aeronave.

Poco después, fue localizada siniestrada entre las comunidades de Pavencul y Motozintla, en una región montañosa que había sido golpeada por intensas lluvias. De acuerdo con los primeros informes, las condiciones del clima habrían contribuido a la caída.

La Dirección de Aeronáutica Civil de Guatemala confirmó el fallecimiento de los tres tripulantes y detalló que la operación formaba parte de una estrategia urgente para controlar una emergencia zoosanitaria.

El gusano barrenador es una amenaza seria para el ganado, ya que sus larvas se alimentan del tejido vivo en heridas abiertas de los animales, causando infecciones graves e incluso la muerte. En las últimas semanas, el brote se ha intensificado en el sur del país, y Estados Unidos ha advertido que podría frenar las importaciones de ganado mexicano si no se refuerzan los esfuerzos para detener esta plaga.

Por eso, vuelos como el de esta avioneta no solo eran rutinarios, sino fundamentales para proteger al sector ganadero. La tragedia pone en evidencia los riesgos que enfrentan quienes participan en estas misiones sanitarias y la urgencia de atender el problema del gusano barrenador.