Israel rompe al alto al fuego en Gaza y reanuda los bombardeos

El alto al fuego en la Franja de Gaza, vigente desde el 19 de enero, llegó a su fin luego de que Israel decidiera reanudar los bombardeos sobre el enclave palestino. El Gobierno de Benjamin Netanyahu justificó la ofensiva afirmando que busca atacar objetivos de Hamás.

Más de 400 muertos y cientos de heridos. Los ataques han dejado hasta ahora más de 400 muertos y 500 heridos, aunque se espera que la cifra aumente en las próximas horas, ya que hay cuerpos atrapados entre los escombros. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, la mayoría de las víctimas son mujeres y niños.

Israel argumentó que la tregua se encontraba en un «punto muerto» y que Hamás no había avanzado en la liberación de rehenes. El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, explicó que la reanudación de los bombardeos busca presionar a la organización palestina para alcanzar un acuerdo.

El Ejército israelí ordenó la evacuación de varias zonas, lo que ha generado temor de una incursión militar. La primera fase del alto al fuego terminó el 2 de marzo sin acuerdo para una segunda fase que contemplaba una tregua definitiva y la liberación de rehenes a cambio de presos palestinos.

Los bombardeos impactaron hospitales, escuelas y zonas humanitarias en diversas ciudades de Gaza. Organizaciones médicas advierten que los centros de salud están al límite de su capacidad y han solicitado donaciones de sangre de manera urgente.

Entre los muertos en el ataque se encuentran varios altos funcionarios de Hamás, incluyendo a Essam al Dalis, jefe del Ejecutivo del grupo en Gaza, y Ahmed al Hatta, viceministro de Justicia.

Hamás acusó a Estados Unidos de ser «cómplice» de la ofensiva israelí, luego de que la Casa Blanca admitiera que fue informada de los ataques. Mientras tanto, el Foro de las Familias de Rehenes criticó al Gobierno de Israel por abandonar las negociaciones y poner en riesgo a los cautivos.

El reinicio de los bombardeos ha sumido nuevamente a Gaza en una crisis humanitaria y política, sin señales claras de una solución pacífica en el corto plazo.