Muere joven guanajuatense combatiendo con las fuerzas ucranianas contra Rusia.

Carlos Gonzales Olivares, el pasado mes de julio, decidió enlistarse en el ejército ucraniano para ayudar a la población civil de ese país en su guerra contra Rusia.

Judit Mendoza Olivares, tía de Carlos Gonzales, declaró para Actuar Noticias: “Toda su vida fue un soñador, él fue un niño con muchas fantasías, con muchos sueños. Él comunicó que quería unirse como voluntario en la guerra y perseguir su sueño; él quería estar del lado de Ucrania, porque sentía que ahí podía ayudar a niños, a familias. Nosotros ahora vemos a Carlos como un héroe”, aseguró.

A pesar de la sorpresa, Carlos les aseguró que estaba llamado a ayudar a la gente. El joven guanajuatense salió hacia Europa el 28 de julio y, después de una breve estancia en España, llegó a Ucrania, donde primero sirvió como apoyo para reubicar a personas en varias ciudades. Tras un breve adiestramiento, fue enviado al frente, donde murió en la ciudad de Kiev tras un ataque ruso con misiles.

Tras su muerte, la familia fue contactada por un joven de Jalisco que estaba con él. Después, autoridades guanajuatenses y de la Secretaría de Relaciones Exteriores les confirmaron la noticia de su fallecimiento.

Por su parte, Susana Guerra, Secretaria de la Secretaría del Migrante en Guanajuato, informó: “Localizamos y contactamos a los familiares del joven Carlos Mendoza, quien desde hace un par de meses se enlistó como efectivo para combatir en la guerra entre Ucrania y Rusia. Según la información que tenemos, el consulado de México en ese país nos informó que el batallón en el que se encontraba sufrió varias bajas”.

La familia de Carlos asegura que él siempre quiso ser parte de las Fuerzas Armadas de México y que, según ellos, había ingresado a la Guardia Nacional, donde estaba a cargo de las unidades caninas en varios destacamentos.

Ahora, la familia enfrenta la difícil tarea de la repatriación de los restos de Carlos, aunque saben que podrían pasar semanas antes de su regreso a México.

La familia asegura no guardar rencor contra nadie, pues Carlos murió siguiendo sus convicciones y cumpliendo su sueño de ayudar a la gente en Ucrania en ese conflicto armado.