Real Madrid rompe protocolos y podría no jugar la final de la Copa del Rey

A solo 24 horas de la gran final de la Copa del Rey, lo que debía ser una celebración del fútbol español se ha convertido en una tormenta institucional sin precedentes. El Real Madrid decidió romper con todos los actos previos al partido frente al Barcelona, generando una tensión inesperada que ha dejado perplejos a aficionados y autoridades.

La jornada de este viernes dio un giro inesperado cuando el conjunto blanco, en protesta por la actuación y declaraciones recientes de los árbitros González Fuertes y De Burgos Bengoechea, tomó una serie de decisiones drásticas. Primero, anunció que no asistiría a la cena oficial con la Federación y el Barça, pero eso fue solo el comienzo: el equipo no se presentó al entrenamiento en el estadio de La Cartuja ni tampoco ofreció la tradicional rueda de prensa previa al encuentro.

La reacción fue rápida y contundente. Según fuentes cercanas al club, Luka Modric tenía previsto hablar ante los medios seguido por el técnico Carlo Ancelotti, pero tras escuchar la rueda de prensa de los árbitros, todo cambió. Desde el entorno del Madrid se calificó la situación como «anómala» y se encendieron las alarmas dentro del club, al punto de considerar incluso no presentarse al partido, aunque esta posibilidad fue tratada con más cautela por otros sectores del equipo.

Mientras el técnico del Barça, Hansi Flick, pedía respeto a los árbitros y evitaba cualquier confrontación, el Madrid optó por una postura desafiante. La ausencia en los actos oficiales, las fotos previas, e incluso la duda sobre si habrá representantes del club en el palco, han puesto en jaque la organización del evento.

Once años después de su última final de Copa, lo que debía ser una fiesta en Sevilla se ha transformado en un auténtico lío. El fútbol, por ahora, parece estar en segundo plano.