Este lunes, el gobierno japonés emitió una urgente «alerta J» a los residentes de Okinawa, instándolos a buscar refugio en edificios o bajo tierra. Esta medida se tomó después del lanzamiento de un presunto misil balístico desde Corea del Norte.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur confirmó el lanzamiento de un proyectil no identificado por parte de Corea del Norte hacia el sur, en las aguas frente a la costa occidental de la península coreana. Aunque aún no se han dado detalles precisos sobre el tipo de proyectil, la situación ha generado una rápida respuesta de las autoridades japonesas.
La tensión en la región aumentó desde temprano en la mañana, cuando Corea del Norte informó a Japón sobre su intención de lanzar un satélite en algún momento de la semana, entre el 27 de mayo y el 4 de junio. Esta información fue divulgada a través de un comunicado de la Guardia Costera japonesa, alertando a las autoridades sobre la posibilidad de actividades espaciales norcoreanas.
La población de Okinawa ha respondido con calma, siguiendo las instrucciones de las autoridades locales, que han reforzado las medidas de seguridad en toda la región. Japón continúa monitoreando de cerca la situación y coordinándose con Corea del Sur y otros aliados para evaluar cualquier posible amenaza.
El lanzamiento de este proyectil y la consiguiente alerta subrayan las tensiones continuas en la península coreana y la necesidad de vigilancia constante en la región. Las autoridades japonesas reiteran su compromiso de proteger a sus ciudadanos y mantener la estabilidad en el área.