México acuerda con EE. UU. iniciar entrega de agua exigida por Trump a partir del lunes.

México y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para que el gobierno mexicano inicie el envío de agua exigida por la administración de Donald Trump, con entregas que, según fuentes oficiales y reportes internacionales, comenzarían el lunes y se extenderían hasta finales de enero con volúmenes parciales destinados a cubrir la deuda acumulada bajo el Tratado de Aguas de 1944.

La negociación se produce después de una serie de intercambios públicos entre ambos gobiernos y de la amenaza del presidente Trump de imponer un arancel adicional del 5% sobre las importaciones mexicanas si no se liberaba agua de manera «inmediata» para agricultores texanos afectados por la sequía. La advertencia elevó la presión política y diplomática en los últimos días.

Fuentes oficiales mexicanas, incluida la Presidencia, señalaron que el plan acordado contempla entregas parciales que buscan atender la demanda inmediata en Texas, aunque México mantiene que la sequía y las limitaciones en infraestructura han dificultado el cumplimiento íntegro de sus cuotas en periodos recientes. El gobierno de Claudia Sheinbaum, según reportes, planteó un calendario de envíos y la posibilidad de continuar las negociaciones para definir un plan más amplio antes de que concluya el periodo fijado por el acuerdo.

El conflicto gira en torno al cumplimiento del tratado de 1944, que obliga a México a entregar un volumen determinado de agua al vecino del norte cada cinco años. Autoridades y analistas han señalado que la acumulación de deuda hídrica, junto con la falta de lluvias y la sobreexplotación de cuencas, ha complicado que México cubriera la totalidad de las entregas en años recientes. Organismos agrícolas y funcionarios texanos insistieron en la necesidad de una solución rápida para evitar pérdidas en el campo.

Desde Washington, representantes del gobierno estadounidense confirmaron que ambas partes acordaron medidas concretas para iniciar los envíos en los plazos pactados y que se mantendrán conversaciones virtuales para supervisar las entregas y acordar pasos adicionales si fuera necesario. Mientras tanto, en México la decisión reavivó el debate sobre la política hídrica nacional y las implicaciones internas de priorizar entregas internacionales ante una situación de escasez local.

Los equipos técnicos de ambos gobiernos continuarán afinando detalles logísticos volúmenes, puntos de entrega y calendario y se espera que la ejecución de los primeros envíos sea seguida de cerca por agricultores texanos, autoridades fronterizas y grupos civiles tanto en México como en Estados Unidos. Las próximas semanas serán determinantes para ver si el acuerdo se cumple en tiempo y forma y si se logra una solución más estructural para evitar nuevos incidentes entre ambos países.