Estados Unidos se prepara para definir su ambicioso escudo antimisiles: la “Cúpula Dorada”
El gobierno de Estados Unidos está por tomar una decisión crucial: cómo será y cuánto costará la construcción de un sistema espacial de defensa antimisiles, conocido como la “Cúpula Dorada”, uno de los proyectos más ambiciosos impulsados por el expresidente Donald Trump.
El Pentágono ya presentó a la Casa Blanca varias propuestas, que van desde versiones pequeñas hasta versiones de gran escala, para proteger al país de posibles ataques con misiles balísticos o hipersónicos. Se espera que Trump anuncie en los próximos días cuál opción respaldará, lo que marcará el inicio de un proceso de desarrollo que podría extenderse durante décadas.
Aunque ya hay 25 mil millones de dólares contemplados en el próximo presupuesto de defensa, expertos estiman que el costo total podría superar los 500 mil millones de dólares en 20 años. Esto lo convertiría en uno de los programas militares más caros en la historia del país.
Un proyecto con muchos intereses detrás
Debido a la complejidad tecnológica del proyecto, el Gobierno necesitará del apoyo de contratistas privados. Empresas como SpaceX, propiedad de Elon Musk, han mostrado interés en participar, junto con firmas como Anduril y Palantir. De hecho, SpaceX ya habría presentado propuestas directamente al secretario de Defensa, Pete Hegseth.
Esta cercanía entre Musk y Trump ha generado críticas, especialmente entre los demócratas, que piden una investigación sobre posibles conflictos de interés. No obstante, algunos funcionarios del Departamento de Defensa defienden la participación de la empresa por su experiencia en el desarrollo de tecnologías espaciales.
La diferencia con la Cúpula de Hierro
Aunque Trump ha comparado su proyecto con la “Cúpula de Hierro” que protege a Israel, los expertos advierten que la comparación es inexacta. Mientras que el sistema israelí se enfoca en amenazas de corto alcance en un territorio pequeño, la “Cúpula Dorada” busca defender todo el territorio estadounidense desde el espacio, algo que requiere tecnologías mucho más avanzadas.
Además, el nuevo sistema integraría cerca de 100 programas distintos ya existentes dentro del Departamento de Defensa, pero también incluiría componentes completamente nuevos, como una sofisticada red de comando y control que coordine la defensa desde el espacio.
Un camino largo por recorrer
El Departamento de Defensa ya elaboró un plan preliminar para implementar el sistema, e incluso se evalúa nombrar a un responsable exclusivo del proyecto, apodado el “zar de la Cúpula Dorada”. Uno de los nombres que suena para ese cargo es el del general Michael A. Guetlein, quien cuenta con experiencia en operaciones espaciales y sistemas de defensa.
Pese a los avances, hay mucha incertidumbre sobre el diseño final del proyecto y los pasos que seguirá. Lo único claro es que la decisión que tome Trump en los próximos días será clave para definir el rumbo de un sistema que, según una reciente evaluación de la Agencia de Inteligencia de Defensa, busca proteger a Estados Unidos de amenazas cada vez más sofisticadas provenientes de países como China, Rusia, Irán y Corea del Norte.
La competencia por participar en este megaproyecto ya está en marcha. Ahora falta ver si la ambiciosa “Cúpula Dorada” logra pasar del papel a la realidad.
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