Israel vuelva a atacar a Irán y bombardean sitio nuclear y puntos estratégicos

Una serie de bombardeos lanzados por Israel sacudió este lunes a Teherán, capital de Irán, en lo que ya se considera el mayor ataque contra la ciudad desde el inicio del conflicto el pasado 13 de junio. Entre los objetivos se encuentra el complejo nuclear de Fordow, una de las instalaciones más protegidas del país, así como otros puntos estratégicos como la prisión de Evin y la Universidad Shahid Beheshti.

Durante la mañana se escucharon múltiples explosiones en distintos puntos de la ciudad, lo que generó alarma entre la población y cortes de electricidad en el norte de la capital. Las autoridades iraníes aún no han confirmado víctimas mortales por estos ataques, aunque medios locales reportan importantes daños materiales, como los registrados en el edificio de la Media Luna Roja y la emblemática plaza Vanak, donde una enorme columna de humo fue captada por la televisión iraní.

Además de Teherán, también fueron atacadas las ciudades de Karaj y Fardis, en las afueras de la capital. Desde el comienzo del conflicto, Israel ha dirigido sus ofensivas a infraestructuras militares y civiles en territorio iraní, incluyendo aeropuertos, medios de comunicación y zonas residenciales.

Fordow: una planta difícil de alcanzar

Uno de los principales blancos del bombardeo fue la planta nuclear de Fordow, construida en lo profundo de las montañas al sur de Teherán. Este sitio es altamente fortificado, con sus instalaciones principales a unos 90 metros bajo tierra, lo que complica cualquier intento de destrucción mediante ataques aéreos.

Fordow comenzó a operar formalmente como centro de investigación tras el acuerdo nuclear de 2015, pero desde 2019 Irán reinició el enriquecimiento de uranio a niveles de hasta 60%, cerca del umbral necesario para fabricar armas nucleares, según ha advertido el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Actualmente, en esta planta operan alrededor de 2,700 centrifugadoras.

Cifras del conflicto

Hasta ahora, el conflicto ha cobrado la vida de al menos 430 personas en Irán, en su mayoría civiles, y ha dejado más de 3,500 heridos. En Israel se reportan 24 fallecimientos. La violencia ha obligado a muchos habitantes de Teherán a abandonar la ciudad, aunque algunos habían comenzado a regresar en los últimos días antes de este nuevo episodio de bombardeos.

Las autoridades iraníes no han respondido públicamente con represalias, pero la situación sigue generando preocupación internacional por la posibilidad de una escalada mayor en Medio Oriente.