Las acambaritas, una tradición de generación en generación

Desde hace siglos en Acámbaro, al sur del estado de Guanajuato, se elabora el pan de agua, mejor conocido como acambaritas 

En esta región del país floreció una de las culturas más antigua de Mesoamérica, la Chupícuara, quienes son reconocidos por su alfarería y el horneado de pan de maíz, que con la llegada de los españoles, quienes trajeron el trigo, se transformó en pan de agua.

Doña Eliza asegura que desde hace décadas aquí se elabora un pan con una base muy sencilla, pero tiene un sabor sin igual.

“Gracias a dios tengo 100 años, seis meses… pero todavía como pan, poquito porque ya no como mucho, pero todavía me gusta mucho el pan de sal, me encanta” dijo Eliza Trujillo López habitante de Acámbaro.

El pan está elaborado con sal, agua, harina, levadura y azucar, este tipo de pan ha pasado de generación en generación, solo que ahora se encuentra en varios tamaños.

El oficio del panadero ha pasado de generación en generación en este municipio, “yo inicio con mi papá, mi papá también fue, estuvo muchos años de panadero, él nos enseñó a mí y a un hermano mí. . .aquí pues él nos enseñó, lo que es lo básico de la panadería”, indicó Eduardo Rufino Javier, maestro panadero.

La fama de esta rica variedad de pan mexicano, se ha extendido por toda la República Mexicana y más allá de nuestras fronteras.

La gente de Estados Unidos, Centroamérica y algunos países de Europa, que visita Acámbaro, siempre lleva de recuerdo el pan a sus países.

Así que un día viaje por el sur de Guanajuato, y ve en una panadería las famosas acambaritas, le invitamos a probarlas con un atole, chocolate o café, o simplemente solas, son deliciosas.