Tres muertos en Michoacán tras ataques con drones explosivos y fusiles Barrett.

Tres personas perdieron la vida este domingo en Michoacán tras una serie de agresiones coordinadas que combinaron drones con explosivos y armas de alto poder, como fusiles Barrett calibre .50. Los ataques ocurrieron en los municipios de Coahuayana y Tepalcatepec, donde además un autobús fue incendiado y tres avionetas resultaron destruidas.

En Coahuayana, en las comunidades de Santa María y El Ahijadero, decenas de hombres armados irrumpieron en la zona, apenas a 10 kilómetros de una base militar. Ahí, durante enfrentamientos con la Guardia Comunitaria, tres jornaleros que transitaban por el lugar fueron alcanzados por disparos y fallecieron.

Al mismo tiempo, en Santa María, fue incendiado un autobús de pasajeros sobre la carretera federal 200, tramo Lázaro Cárdenas–Colima, generando alarma entre pobladores y viajeros.

Paralelamente, en Tepalcatepec, un comando atacó la pista aérea de la comunidad de La Parota. Usando fusiles Barrett de calibre .50 y drones cargados con explosivos, los agresores detonaron armas desde el aire y dispararon contra las aeronaves. Como resultado quedaron destruidas tres avionetas particulares; no se reportaron heridos en ese ataque, de acuerdo con los primeros reportes. 

Tras los hechos, fuerzas estatales y federales desplegaron operativos en la región, sobre todo en la zona de Tierra Caliente. Se han señalado enfrentamientos entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y grupos locales, y se investiga el posible uso de estas tácticas drones explosivos y armas de alto calibre como parte de una escalada en la violencia criminal.

Estos ataques constituyen un nuevo capítulo de violencia extrema en Michoacán, donde la criminalidad ha incidido en estrategias de combate cada vez más sofisticadas y agresivas. Autoridades locales no han ofrecido aún una versión definitiva del móvil, pero reconocen que el uso de drones como herramientas ofensivas agrava la inseguridad y plantea nuevos retos en su combate.