Milagro entre la tragedia: un sobreviviente en el fatal accidente aéreo en India

Lo que parecía ser una tragedia total dio un giro inesperado cuando las autoridades confirmaron que uno de los pasajeros del avión siniestrado en India logró sobrevivir. El vuelo de AirIndia, con destino a Londres y 242 personas a bordo, se estrelló poco después de despegar de la ciudad de Ahmedabad, dejando hasta ahora más de 200 muertos.

El único sobreviviente fue identificado como Vishwash Kumar Ramesh, un hombre de 40 años con doble nacionalidad india y británica, que viajaba para visitar a su familia. Se encontraba en el asiento 11A cuando ocurrió el accidente. “Treinta segundos después del despegue, escuchamos un estruendo. Todo pasó muy rápido”, relató desde el hospital, donde permanece internado.

Ramesh contó que, tras el impacto, despertó rodeado de cuerpos y restos del avión. “Corrí como pude hasta que alguien me ayudó y me subió a una ambulancia”, dijo. Su testimonio fue clave para confirmar su identidad, junto con su boleto de avión.

El avión, un Boeing 787-8 Dreamliner —uno de los modelos comerciales más modernos— cayó en una zona residencial y chocó contra un edificio de una facultad de medicina cerca del aeropuerto, justo a la hora del almuerzo. Las imágenes de cámaras de seguridad muestran cómo la aeronave, tras levantar vuelo, parece perder impulso y caer rápidamente.

Hasta ahora se han recuperado al menos 204 cuerpos. La cifra podría aumentar, ya que el impacto también afectó viviendas cercanas. Las autoridades están solicitando muestras de ADN a los familiares para identificar a las víctimas.

A bordo iban 217 adultos, 11 niños y dos bebés. La mayoría eran ciudadanos indios, aunque también había británicos, portugueses y un canadiense. El Reino Unido ya anunció que enviará investigadores para colaborar en las indagaciones sobre la causa del accidente, el más grave en la aviación mundial en los últimos diez años.

El hallazgo de un sobreviviente entre tanta devastación ha dado un rayo de esperanza en medio del dolor. La investigación continúa, mientras cientos de familias esperan respuestas.