Tragedia aérea en India: un avión de Air India se estrella con 242 personas a bordo

El 12 de junio, un avión Boeing 787‑8 Dreamliner de Air India con destino a Londres Gatwick se estrelló poco después de despegar del aeropuerto de Ahmedabad, India. A bordo viajaban 242 personas, entre ellas 230 pasajeros y 12 tripulantes.

La aeronave cayó en una zona residencial, impactando directamente contra el dormitorio del B.J. Medical College, donde vivían estudiantes de medicina y personal médico. El accidente provocó una enorme explosión e incendio que requirió la intervención de más de 70 unidades de bomberos para controlar las llamas.

Según reportes preliminares, el piloto alcanzó a emitir una señal de emergencia mientras la nave se encontraba a baja altitud, pero perdió contacto con la torre de control segundos después. Las autoridades locales informaron que al menos 204 cuerpos han sido recuperados, aunque no se descarta que el número final de víctimas sea mayor. Testigos presenciales relataron escenas de pánico, gritos y llamas que se elevaron por encima de los edificios tras el impacto.

Entre los pasajeros se encontraban ciudadanos de distintas nacionalidades, incluidos 169 indios, 53 británicos, 7 portugueses y un canadiense. Además de las víctimas en el avión, se confirmaron al menos cinco muertes entre los residentes del edificio impactado. También se han reportado decenas de heridos, varios de ellos con quemaduras graves.

El primer ministro indio Narendra Modi expresó su pesar por la tragedia y ofreció apoyo a las familias de los fallecidos. Desde el Reino Unido, el primer ministro Keir Starmer y el rey Carlos III también enviaron mensajes de condolencia y se comprometieron a colaborar con la investigación. La Oficina de Aviación Civil británica ha ofrecido asistencia técnica.

Las causas del accidente aún están bajo investigación. Equipos de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación y el fabricante Boeing trabajan junto a las autoridades indias para esclarecer lo ocurrido. Una de las hipótesis es que el avión experimentó fallos técnicos durante la fase inicial del ascenso y que habría intentado regresar al aeropuerto sin éxito.

La aerolínea Air India, perteneciente al grupo Tata Sons, anunció compensaciones económicas para las familias de las víctimas y aseguró que cubrirá todos los gastos médicos y materiales ocasionados. Mientras tanto, continúan los trabajos de identificación de cuerpos mediante pruebas de ADN.

Este accidente representa el incidente más grave de la aviación civil india en más de una década y ha generado nuevas preocupaciones sobre la seguridad de los vuelos en la región, especialmente en relación con los aviones Dreamliner.