Sube a 16 la cifra de muertos tras ataque armado en Bondi Beach.

El número de víctimas mortales del ataque armado registrado el domingo en la playa de Bondi, una de las zonas más concurridas de Sídney, aumentó a 16 personas, incluida una niña de 10 años, informaron autoridades policiales este lunes, luego de que un tiroteo masivo interrumpiera una celebración de la festividad judía de Janucá.

El ataque ocurrió alrededor de las 18:47 horas locales durante el evento “Chanukah by the Sea”, organizado por la comunidad judía en un parque cercano a la playa, donde se habían reunido cientos de personas. Testigos relataron escenas de pánico cuando dos hombres armados abrieron fuego contra la multitud, lo que provocó que decenas de asistentes corrieran para ponerse a salvo o buscar refugio.

La Policía de Nueva Gales del Sur confirmó que 16 personas han fallecido, con edades que van de los 10 a los 87 años, y que al menos 40 personas resultaron heridas, varias de ellas en estado crítico. Entre las víctimas mortales se encuentran civiles de distintas edades y uno de los presuntos atacantes, quien murió en el lugar tras enfrentarse con los agentes. El segundo agresor permanece bajo custodia policial en estado crítico.

Las autoridades identificaron a los presuntos responsables como un padre de 50 años y su hijo de 24 años, quienes portaban rifles al momento del ataque. De acuerdo con los primeros informes, el padre contaba con licencia legal para la posesión de armas de fuego y tenía varias registradas en su domicilio, ubicado en los suburbios de Sídney.

Funcionarios policiales y líderes comunitarios señalaron que el ataque es investigado como un acto terrorista con motivación antisemita, al considerar que el objetivo fue un evento organizado por la comunidad judía. Tras los hechos, se reforzaron las medidas de seguridad en otros eventos públicos y en lugares de culto de la ciudad.

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, condenó el tiroteo y expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias, al tiempo que calificó el ataque como un hecho que enluta al país y anunció que se revisarán los protocolos de seguridad y control de armas.

La zona de Bondi Beach permaneció acordonada mientras continuaban las labores de investigación, recolección de evidencias y análisis de las circunstancias del ataque, en tanto que los servicios de salud mantienen la atención a los heridos y apoyo psicológico a los familiares de las víctimas.