América Latina se enfrenta a una de las crisis más profundas

Alejandro Werner, jefe del Fondo Monetario Internacional FMI, Latinoamérica se enfrentará a la peor crisis en medio siglo y se expone a una década perdida, incluso si la recuparación es rápida. “Va a haber recesiones profundas en distintos países…nunca habíamos visto una sincronización tan preocupante…Todos van a estar afectados por la pandemia. Además al ser un choque global, el efecto derrame del exterior les va a caer simultáneamente a todos”, aseguró Werner.

Además asegura que si la epidemia se controla, algunos países de la región tienen una situación macroeconómica lo suficientemente sólida para fundamentar una recuperación relativamente buena posterior a la crisis de la pandemia. El jefe de la FMI afirmó que “Eso lo hace muy diferente de la crisis de deuda externa y la crisis financiera de los ochenta, donde salimos con problemas inflacionarios y de deuda. Y hubo que reestructurar el sector financiero, la deuda pública, restablecer un sistema monetario que funcionase”.

A diferencia de la última crisis del 2008, donde no hubo una crisis de mercados emergentes y la región en promedio venía de buenos años que le permitían tener un márgen de acción. “En esta ocasión es difícil esperar un impulso muy importante por el lado de las materias primas. Va a haber un impulso de la economía mundial, porque se están implementando paquetes de ayuda por el lado de la demanda agregada muy importantes y de manera mucho más rápida que en 2009-2010, pero el impacto en la región va a ser muy importante”. afirmó Alejandro Werner.

Aseguró que los países se movido en la dirección correcta, en cuestión de salud pública, ya que se han enfocado decididamente a limitar el contagio del coronavirus, y que además se están implementando medidas de política fiscal para tratar de limitar la crisis económica. “Hemos visto programas ya en Chile, en Perú… Los países van avanzando y vamos a ver muchas más medidas con el paso del tiempo. Obviamente, en América Latina es mucho más difícil por la falta de capacidad fiscal para hacer programas tan agresivos y expansivos como en las economías avanzadas, que, con tasas reales negativas, tienen un costo mucho más bajo”. finalizó el jefe del Fondo Monetario Internacional.

(Con información de El País)