¿Cómo ha mutado el coronavirus?

Se sabe que el virus del SARS-CoV-2 ha estado mutando desde su aparición. En enero de este año, investigadores de China revelaron la primera secuenciación del genoma del Covid-19, desde entonces, más de 18,000 genomas secuenciados por distintos investigadores alrededor del mundo, han sido publicados en una plataforma para su comparación y análisis.

Las mutaciones suceden en todos los organismos, a medida que sus células se van multiplicando van adquiriendo mutaciones. El coronavirus al ser un virus ARN, es decir, cuyo principal material genético es el ácido ribonucleico, muta de manera más veloz debido a la característica única de su mecanismo de réplica, ya que al hacer copias de sí mismo, la enzima que replica su genoma va cometiendo errores.

Cuando los científicos hacen la comparación de las diferentes secuencias, identifican distintas mutaciones, que no necesariamente significa que todas son signo de alarma. Un trabajo preliminar del Laboratorio Nacional de los Alamos en Estados Unidos, arroja que una mutación en el virus lo habría hecho más contagioso, sin embargo no ha sido comprobado por otros pares (científicos de otras partes y que son independientes a la investigación).

Aunque los virus tienen diferentes genomas, no ha dejado de ser una sola cepa (es decir una serie de microorganismos de una sola especie), ya que tienen las mismas características biológicas.

Alrededor del planeta, las mutaciones del virus tienen grandes similitudes de genomas obtenidos en otras partes del mundo, lo que permite rastrear el viaje del virus por cada parte del mundo, no solo el lugar, sino también la fecha en la que se efectuó. Por ejemplo, las mutaciones del virus analizadas en Nueva York, contaban con un 70% de similitudes con variantes del virus en Europa.

Miles de genomas secuenciados están siendo depositados en una base de datos internacional de acceso abierto llamada Gisaid, esta fue creada en 2008 para compartir datos sobre los virus de la gripe.

Aún está pendiente conocer si las mutaciones de los virus prolongarán el hallazgo de una cura, por esa razón es importante el estudio constante de los genomas, ya que permiten analizar la evolución del virus con el tiempo.