Coronavirus en Suecia, el país que no confinó a su población durante la cuarentena.

Uno de los países que optó por no aislar a su población fue Suecia, y ha sido de los pocos países europeos que decidieron no imponer un régimen de confinamiento a sus habitantes durante la epidemia de Covid.

Esta es una de las razones por las cuales es un ejemplo que está en la mira de muchos gobiernos para saber cómo actuar al terminar el aislamiento. Una de las mayores problemáticas que están viendo los gobiernos alrededor del mundo es la manera de poner fin al confinamiento después de la pandemia, con la finalidad de no exponer a la gente a una nueva ola de contagios que sea peor que la primera.

La misma OMS, elogió las medidas de control que Suecia está interponiendo, ya que aunque pareciera que no han establecido reglas para lidiar con los contagios, la verdad es que la buena relación entre gobierno y ciudadanos ha sido clave para el éxito de su estrategia. El país invitó a sus ciudadanos a autoregularse y autodistanciarse, y además aplicó un número considerable de pruebas que ayudaron a mitigar contagios.

En este país sin embargo sí hubo ciertas restricciones, como el distanciamiento social, la prohibición de reuniones de más de 50 personas en un mismo lugar, el trabajo de manera remota y se invitó a la población de más de 70 años a no dejar sus casas.

Por otro lado, los restaurantes, gimnasios, cafeterías y escuelas para menores de 16 años, permanecieron abiertos y trabajando de manera normal. A pesar de lo que muchas personas creen, la estrategia de Suecia no era proteger la economía, sino disminuir los contagios de una manera organizada, con medidas que puedan estar vigentes durante un largo plazo, buscando también contribuir a la inmunidad de la población, que únicamente se adquiere estando en contacto con el virus.

El número de muertes por Covid en este país asciende a los 3.674, a diferencia de países vecinos que optaron por imponer restricciones a los ciudadanos, en donde no pasan de los 1,000 fallecimientos. Sin embargo el 50% de estas muertes han ocurrido en asilos y otra cantidad importante en inmigrantes somalís.

Expertos calculan que en otoño podría haber una segunda ola de contagios pero, si se alcanza algún nivel de inmunidad, los números de infecciones podrán ser más bajos.