Muere Ángela Madsen, remera paralímpica, en medio del oceano.
La remera paralímpica Ángela Madsen, murió en medio del océano pacífico, luego de un reto que ella misma se había puesto, de ser la primer mujer parapléjica en cruzar el pacífico remando. Su cuerpo fue localizado flotando a un costado de su bote.
Luego de que Ángela Madsen llevara un día entero sin dar señales de vida se encendieron las alarmas. El lunes por la mañana, transcurridas 24 horas desde la última comunicación que tuvo con su esposa, empezó la búsqueda con múltiples medios. Un helicóptero de la Guardia Costera de Estados Unidos y un carguero alemán recorrieron la zona donde debía estar el bote de Madsen y finalmente la encontraron.
Madsen había fallecido horas antes y su cuerpo estaba en el agua atado al bote, que había volcado. Nadie sabe exactamente qué ocurrió. “Cuando revisé su correo electrónico, no había devuelto ningún mensaje”, dijo Debra, su esposa. “Por el rastreo por satélite, no parecía que estuviera remando el barco, estaba a la deriva. Estaba muy lejos de tierra y la comunicación era complicada. Tenía esperanza, pero ya sentía una sensación de pesadez en el pecho”, reconoció en su perfil de Facebook.
Madsen partió de California, en un bote de remo en abril, con el objetivo de llegar al Hawaii Yacht Club, en Honolulu, en un periodo de cuatro meses. Llevaba en el mar sola 60 días en los que había remado unos 2.000 kilómetrosc estaba por llegar a la mitad de su destino. El viaje de Angela estaba siendo documentado, así que aunque estaba sola, se comunicaba frecuentemente con los cineastas y su esposa, Debra. Tras no saber nada de Angela desde el día anterior, cuando anunció que se sumergiría en el agua para arreglar un detalle de la embarcación, inició su búsqueda.
Ángela era Marín de los Estados Unidos, y quedó parapléjica en 1980, después de una cirugía de espalda que afectó su movilidad. Durante años estuvo en juicios contra el ejército de su país, que se negó a pagarle las facturas médicas, tras lo cual, Madsen perdió su casa. Luego de su divorcio, perdió su trabajo y cayó en depresión. Varios años después, al hacer pública su condición sexual y rehacer su vida, conoció el deporte en silla de ruedas gracias a los Veteranos de los Marines y empezó su carrera como paralímpica.
Consiguió algunos récords Guiness en la modalidad de remo, y era conocida en el atletismo, por lo cual ganó medallas en los Juegos Paralímpicos. Además ella y su compañera Helen Taylor, fueron las dos primeras mujeres en cruzar el Océano Índico.
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