El Barcelona le remonta al Real Madrid y se acerca al campeonato de la Liga Española

El FC Barcelona demostró este domingo por qué es el líder de la Liga al vencer con autoridad al Real Madrid en Montjuïc, en el cuarto y último clásico de la temporada. A pesar de haber perdido los tres enfrentamientos anteriores y de haber recibido 12 goles en esos duelos, los azulgranas sacaron la garra y el fútbol para revertir una situación que parecía cuesta arriba desde el inicio del partido.

El Madrid había llegado confiado. Creían que esta vez era la suya, animados por una buena segunda mitad en la última final de Copa —aunque la perdieron— y por la reciente eliminación del Barça en Champions. Su idea era clara: ganar el clásico, ponerse a un punto y rematar la Liga en las últimas tres jornadas, aprovechando un calendario más favorable. Y parecía que el plan iba bien cuando Kylian Mbappé anotó dos goles en los primeros 15 minutos. El primero, desde el punto de penalti tras un error de Cubarsí, y el segundo, en una contra aprovechando una pérdida de Lamine Yamal.

Pero lo que vino después fue una avalancha azulgrana.

El equipo dirigido por Hansi Flick no esperó al segundo tiempo para reaccionar. Con una presión intensa y un juego ofensivo demoledor, lograron darle vuelta al marcador antes del descanso. Eric Garcia, firme en defensa y efectivo en ataque, abrió la cuenta para el Barça tras un córner. Minutos después, Lamine Yamal empató con un disparo colocado que ya es parte de su sello personal. Con el Madrid aturdido, el Barça no bajó el ritmo. Raphinha, en uno de sus mejores partidos de la temporada, anotó dos goles más antes del entretiempo: uno tras una asistencia de Pedri y otro luego de una jugada combinada con Ferran.

El segundo tiempo arrancó con algunos cambios en el Madrid, pero el equipo blanco no logró encontrar su ritmo. Aunque lograron acercarse con el tercer tanto de Mbappé, tras un error defensivo de Iñigo, el Barça mantenía el control del partido.

La polémica no faltó. El árbitro Hernández Hernández decidió no sancionar un penalti por mano de Tchouaméni que pudo haber significado el quinto gol azulgrana, a pesar de ser llamado por el VAR. En cambio, sí pitó una mano de Fermín que generó protestas, aunque el resultado ya estaba casi definido.

Finalmente, el Barça se quedó con la victoria, ganando el cuarto clásico del año y dejando prácticamente sentenciado el título de Liga. Fue un golpe de autoridad en el momento clave, demostrando que este equipo no se rinde y que sabe responder cuando más se le exige.